martes, 13 de octubre de 2015

Santa Marta, repite, y, eramos tres ( Septiembre 26 a Octubre 03, 2015)

Por allí dicen que una siempre vuelve a los lugares donde amó la vida. Y cómo últimamente la vida ha transcurrido en estado de felicidad permanente en Santa Marta, volví. Cuando llegó la invitación mi reacción inmediata, NO. Acabo de llegar de una experiencia de retiro de yoga allí, en un lugar mágico que no admite comparación alguna y en medio de un grupo de gente linda. Irrepetible. Sin embargo, los argumentos a favor del regreso a Santa Marta, ganaron. Ningún viaje, así sea al mismo lugar es igual.
Nos embarcamos en diferentes vuelos, tres amigas. La idea era de total descanso haciendo cosas simples. Y bueno nos dedicamos a ello. Lo primero que hicimos fue comprometernos con una alimentación rica en frutas, verduras, pescado y mariscos. 
Entonces, las que llegamos en vuelos tempraneros fuimos a buscar el supermercado más económico y cercano para hacer las compras necesarias.
Luego poco a poco, lentamente, una rutina de grupo se armó y tuvimos: cita amorosa con el mar, en horas de la mañana, almuerzo rico en la habitación/apartamento donde nos hospedábamos, siesta larga.



En la tarde después de levantarnos, exploración de las múltiples alternativas de piscina y recreación que hay en el resort y, ya por la noche, conversaciones divertidas en el balcón acompañando unos cuantos drinkes o tragos.



Cuando no estábamos sumergidas en la rutina de equipo, cada una tiene su propio encarrete. Mi amiga Gloria y yo, sendos libros. Mi amiga Angela, su celular que le sirve de medio de comunicación con sus hijos y de información para no perderle la pista a nada. Incluso a un eclipse de luna roja que nos sirvió de pretexto para hablar hasta la madrugada.
Mi autor en este viaje Fernando Pessoa, con su Libro del Desasosiego, me llenó de alegría. En su escritura de corte existencial con tintes de pesimismo gozoso percibí una manera de estar adentro y afuera exquisita. La va llevando a una entre la inconciencia y su caudaloso remolino para de repente ponerla en un lugar de conciencia definitiva; en un punto de ese caudal, queda una quieta, atrapada como cuando una hoja se atasca al borde de una afilada piedra en un rio. 
Me encantó tener esta grata compañía.
Además del eclipse de luna hubo otros momentos de descubrimiento y arrobamiento. Por ejemplo, hicimos un viaje a Palomino, en el departamento de la Guajira. Alquilamos un carro y nos embarcamos a buscar un lugar totalmente remoto: la desembocadura del rio San Salvador al mar. a la cual accedimos a través de la finca Guadalupe. Este paisaje natural en su magnífica belleza, fueron la cereza del pastel... miento. Como si no fuera suficiente el placer de la amistad, la vida al ritmo del mar, la lectura, el atardecer del último día, nos dejó, plenas de esa luz ambarina en el corazón, listas para seguir caminando y despertando.


Ceviche cortesía Angela Medina 

Langostinos al ajillo 
A la mesa: infaltable el pescado frito con arroz con coco y pataconas

Noche de luna roja, ideal para una buena conversación

Balconeando

Mañana de playa y mar cercano

A las espaldas, nuestra habitación espera paciente las risas, conversaciones, cocinadas 
En los corredores, estas frases inspiradoras y sorprendentes!

Momento de absoluto arrobamiento: Palomino y desembocadura Rio San Salvador


Qué viva el encuentro de las aguas y las amigas!

Atardecer discreto comenzando y...


Atardecer después del atardecer

La lluvia nos despidió con alegría saltarina

Salud!

lunes, 21 de septiembre de 2015

Retiro mágico en Tayrona, Bahía Cinto ( Agosto 27 al 31)

El pre-retiro terminó. Entré en modo total retiro. La expectativa no muy grande porque voy al mismo lugar en el que estuve hace un año. Los motivos eran los mismos: encontrar en un sitio, práctica intensiva de yoga, alimentación sana vegetariana, espacio para el silencio, tiempo para el descanso y el disfrute.

El primer atardecer ya reunida con el grupo que nos inscribimos en un apartamento en Santa Marta pintaba un pálido reflejo de lo que se avecinaba.
Un super encuentro entre personas totalmente desconocidas, alegres, divertidas que convirtió automáticamente el calibre de la experiencia en una MEGAexperiencia. De repente se sintió como si por las calidades del grupo, todo el retiro hubiera tenido un instantáneo ascenso o "upgrade" en cómo fuimos viviendo y gozando este lugar en la geografía colombiana que tiene mucho de mágico. 



Mis pocas notas en improvisado diario de viaje se podrían resumir en cuatro líneas. Y aquí es donde la vida se sale con la suya porque cuando estamos sumerguidos en ella de una manera feliz y grata, no queremos hacer pausa para reflexionarnos. Queremos vivirla.
Mi relato de este retiro - que fue también una risoterapia vibrantemente asumida- será corto y dejaré que las imágenes hablen por sí mismas.


El último día decidimos dedicar un tiempo a volvernos mar y composición


El grupo multicultural, plurihistorias, brillaba en su esplendor justo antes de embarcarnos nuestro último día

En clase para comenzar el día, 6:30 a.m. todos atentos al profe Gustavo Cavacini


La vela entre la música de las olas a nuestros pies

La nota gastronómica del retiro la ponen Marie Noelle con Olguita quienes se encargan de sorprendernos con delicias cada día


En taller de cocina vegetariana

Saliendo de nuestro lugar de retiro a hacer actividad ecológica de recolección de basuras en playa de enfrente

En acción

En caminata por los lechos de los que una vez fueron ríos, mis profes Ana y Gustavo

Hablando del cambio climático y empezando ritual para llamar la lluvia

El ciervo nos sorprendió primero y luego nos siguió como si necesitara algo: agua

Marie Noelle nos facilitó taller de muñecas, que resultó extremedamente divertido

Los resultados de tanto "sufrimiento"

Sin palabras ... una muñeca que nos hizo reír hasta el amanecer

Autoretrato entre palmeras

Namaste Natural Yoga, Bahía Cinto, naturaleza y nuevos amigos y amigas


Namaste











domingo, 20 de septiembre de 2015

Ser feliz es simple

Caminata alrededor para ver si hay un lugar en el mar para bañarme. Está revolvado y estoy sola como para arriesgarme. No es una gran parte ésta para disfrutar del mar. Almuerzo: Sopa de quinua, habas y papa amarilla. El toque especial, leche de coco para reunir los sabores.
Conocí a dos indígeneas arhuacos. Bajaron de su comunidad a entrevistarse con una huesped y su pareja quienes se encuentran haciendo un proyecto de arte en cine. Estoy contenta porque esta es la cereza del pastel. Totalmente inesperado, como las mejores cosas.
Ludovico, el mamo me preguntó que si nos conocíamos y entonces dije "no creo". Luego él, dijo, "quizás te ví en mis sueños", lo cual no entendí para nada. Oooops estoy en los sueños de un mamo?
El mar hoy está gris cemento. Parece metálico. El cielo gris también y cargado de nubes. Todo está difuso y cubierto de una extraña indefinición. Lo único que parece exacto y real, es lo que puede verse a distancia relativamente corta.
Hoy es Agosto 26. Me siento en el comedor comunitario a disfrutar de la brisa y de una cerveza fría. Se me ocurre pasar estos últimos minutos o quizás horas entregada a la sombra del techo de paja, escuchando los pajaritos que más parecen loros locos. Esta es la mañana/mediodía antes de mi retiro de yoga en Tayrona. He estado en la finca La Aurora, DOnde Yos y me he dedicado a hacer más bien poco. Hoy con mayor razón, persisto en mi intento de hacer lo mínimo, el día de irme.
Me voy despidiendo así de este lugar. Uno que esta mañana me produjo deseos de abrazar con gratitud a los dueños Juan y Claudia ( Yoss Clau Aurora en Facebook). Sin embargo, no lo hice porque me pareció que no iban a entender el gesto. Igual expresé en palabras mi alegría y felicidad de estar aquí. Y entonces, me doy cuenta que ser feliz es simple. Se siente como un impulso fuerte y en mí, provoca deseos de abrazar y agradecer.
Bye bye Aurora. Rico saber que existes y que algún día podré volver a pasar más días en compañía de Yolanda, Yoss y Claudia. Ah! y su gata dormilona.


Cuál será mi linaje? Práctica de yoga

Clase de yoga tibetano en la mañana. Claudia, la compañera de Yos fue la profe. Ella habló de su linaje y luego nos sumergió en una clase que tuvo como parte inicial, unos ejercicios de yoga del Tibet. Cinco posturas para la eterna juventud. No las recuerdo bien. Sin embargo, mientras las hacía pensaba que son parte de otras rutinas que he hecho y he practicado antes. Entonces he estado entre otras, rejuveneciéndome al punto de la eterna juventud? Quién quiere ser joven eternamente? Aquellos y aquellas que se suicidan jóvenes? Andrés Caicedo y compas... quizás.
Desayuno después de la clase con fruta, café, arepa de huevo, suero costeño, hogao y muchas delicias más. Tiene razón mi amiga Patricia Rozo quien fue la que me recomendó venir aquí porque cocinan delicioso!
He escogido un rinconcito para leer y descansar, quiero hacer esto y también relajarme. Siempre la música del mar de telón de fondo. Este mar tan distinto e igual al Pacífico. Este Atlántico inquieto y brusco. No muy amigable. La playa clara y suave.
Voy con mi termo de café bebiendo mi cuarta taza de café. Debo mesurarme? Noooooo . Debo hacer lo que me plazca porque el jueves entro en la disciplina total de mi retiro de yoga con Natural Yoga en Bahía Cinto, Parque Tayrona.
Estos son días de pre-retiro y de preguntas para profundizar: qué tipo de yoga practico en Cali? Cuál es el linaje de mis profesoras? Aunque puede que esta información de etiquetas no sea relevante, sería bueno, tener alguna suerte de respuesta.



Otro mar, otro descubrimiento

Está finalizando Agosto. Estoy en la Finca La Aurora, donde Yos, en Santa Marta. Llegué y apenas estoy viendo a dónde. No hay luz, escribo esto a punta de vela. Inevitablemente me habita la nostalgia del padre ido, quien me llevó a conocer tantos lugares y me enseñó tantas cosas nuevas. Me pasará siempre que llegue a un sitio nuevo. Voy a dormir con la expectativa de mañana, ante una hormiga partida en dos. Supe que mañana viene un mamo arhuaco. Guauuuu, no me lo esperaba. Siiiiii
Dormí de manera interrumpida. Me desperté varias veces a reacomodarme en la cama que todavía no me apropio. Llegué a un sitio recóndito. Encontré una celebración de cumpleaños de un norteamericano alojado aquí, que se llama Peter y me recibió pastel de chocolate en la mesa de la cena, con Carolina (la compañera de Peter), Nicole y Gabriela (hermanas), Yos y Claudia (dueños del lugar) y Yolanda (cocinera).
Tomé el menú del día con gusto: sopa de remolacha, róbalo al ajillo, arroz integral, lentejas, ensalada con habichuelas asadas y jugo natural de piña.
Luego con el pastel se sirvieron las aguas aromáticas y me dejé encantar por la de jengibre.
En la sobremesa se empezó a hablar el tema cultural, antropológico de los kogui, los arhuacos y demás grupos indígenas de la región. Entonces se habló de Ludovico, un mamo que nos visitará hoy y bueno pienso, qué interesante! Llamaré suerte esto de estar en el mismo sitio que un verdadero líder espiritual. Suerte? Sincronicidad, coincidencia lo que sea, me gusta. Cómo me gusta estar escribiendo esto sobre y al final de un laberinto. Feliz y bendito martes 25 de Agosto.