domingo, 19 de febrero de 2017

Silencio solar

No hay como un fin de semana de cero amigas y amigos para saber que el silencio es necesario. Te sigues comunicando con la gente pero no hay presencia.Y bueno caes en la cuenta que cada persona tiene sus estados de ánimo. Tiene su agenda. Sus prioridades y preferencias. 
Y por un momento sabes, que aquel tema de la realidad del encuentro en las relaciones de amistad, de pareja, en las relaciones afectivas, está atravesada por los "climas" emocionales individuales. Una persona puede estar afectada por una pérdida de un ser querido y entonces en su cabeza un gran nubarrón acecha. Otra, puede preferir conectar su cerebro con un artículo de revista y entonces, le da prioridad al intelecto que al buscar a un otro u otra. Otra persona, sencillamente, puede querer su tiempo de hacer nada en casa, en vez de tomarse toda la molestia del desplazamiento a encontrar a otro ser humano. Está en nuestra naturaleza. El lenguaje en vivo, ese que se vuelve "nutricio" y es lo que nos ha vuelto homo sapiens, nos elude. O lo descartamos.
Los encuentros casuales entonces vienen a sorprenderte. Y de repente en tu café favorito, encuentras a un amigo lejano que se vuelve presencia. Empieza un diálogo en el el tema que gobierna por estos días que es el de la "incongruencia " en la que este mundo loco se encuentra. O el de los nuevos artistas plásticos y toda su "pedanteria". 
Allí es cuando pagas tu café y sencilla y completamente puedes sentir que, no hay como un fin de semana de cero amigos y amigas. Y de menos cero, amigos lejanos.