lunes, 1 de abril de 2019

Notas sueltas post-8M: el futuro que no somos

Se acaba Marzo, mes en el que se conmemora, el 8, una fecha muy significativa: el Día Internacional de la Mujer. Conmemorar el 8M es algo que muchas hacemos para solemnemente traer a la memoria a todas aquellas mujeres que nos antecedieron en la lucha y la resistencia por obtener una vida plena de derechos y libre de violencias. 

Hacer memoria es un ejercicio que a veces duele; sin embargo, es necesario, porque nos obliga a mirar hacia atrás con la intención de realizar un balance. ¿Hemos avanzado las mujeres? ¿Qué hemos conquistado hasta ahora? Sin duda, mucho. A partir de la visión inspiradora y la búsqueda de justicia de parte de mujeres valientes, hemos conquistado un lugar mejor en la sociedad. Muchas nos podemos educar, trabajar, votar, ser elegidas para cargos dentro de la política, disponer de métodos de anticoncepción, tomar decisiones sobre lo que queremos en la vida, viajar solas, etc. Sin embargo, no en todas las sociedades se han alcanzado estos avances; y lamentable,  decirlo, 
pero hay países en los que ser mujer es lo peor que puede sucederte.

En mis pequeñas rutinas de la memoria, recuerdo a una compañera de habitación de hotel en un evento internacional al que fui invitada en Uganda. Estábamos en Kampala y mi compañera procedente de Sudán, me comentó en esas charlas que tienes antes de que el mundo y el día se esfume, que ella para estar allí, había tenido que llevar un acudiente varon de su familia al trámite de la visa. Un varón de la familia, le había permitido estar en un evento fuera de su país y ella, quien era una mujer de la academia, profesora universitaria en la capital, lo decía con entereza. En Túnez las mujeres heredan; sus padres les dejan tierra y sus hermanos hombres, se la quitan con el argumento, "tu marido te va a dejar tierra"; en Francia, apenas se empieza a considerar la presentación abierta de las "brechas salariales" en las compañías. Aquí en Colombia, más y más violencia contra las mujeres y realidades más parecidas al estilo Túnez, y poco de las que hay en Francia. En Rusia, hay 456 ocupaciones prohibidas a las mujeres siendo la mayoría de ellas en sectores de la economía donde se pagan los mejores salarios. 

No quiero tratar aquí de armar patíbulos para colgar a unos y absolver a otros países. Para esto dejo a expertos que hacen los informes sesudos y recapitulan juiciosos todas las tribulaciones, en la forma de prohibiciones, discriminaciones y restricciones, que se asocian al hecho de nacer mujer en el mundo ( Ver https://www.globalcitizen.org/es/content/best-worst-countries-for-women-2018-list-ranking/). 

Quiero mejor traer como ecos post-8M que en algunas de las noticias en redes y otros medios salta a la vista la disparidad de género en sus múltiples formas. A veces me cuesta entender esta pervivencia de tantas desigualdades para las mujeres. A veces me produce "ira ética" pensar que han pasado siglos desde las primeras mujeres con conciencia de cambio que demandaron un futuro mejor y ver el ritmo tan lento y tan distinto, en el que las realidades de la igualdad van evolucionando para todas.  Se suponía que futuro eramos. O ¿no?

¿Cuántos años más se necesitan para que heridas en la piel de la raza humana como estas brechas de género se cierren? De acuerdo al Foro Económico Mundial, "llevará 108 años cerrar la brecha de género en la política, el trabajo, la salud y la educación, y 202 años para cerrar la brecha de género en el lugar de trabajo" . ONU mujeres coincide que tomaría más de 200 años cerrar las brechas de género también. [i]
Sin embargo,  no todo está en la línea del abismo y el desespero. En conversaciones de esas que suelo sostener en cualquier calle, transporte colectivo, o salas de espera, encontré que ha llegado a la mente de mujeres diversas una claridad fundamental: la clave para el cambio de niñas y mujeres, es la educación.  Y días después celebro que esta sabiduría de las mujeres en la calle está alineada con algunas de las tesis del libro recientemente publicado por Augusto Peréz-Claros en el que llega a proponer como una estrategia clave para cerrar la brecha de género, el punto de invertir en la educación de las niñas. ( En el libro "La crisis global de la desigualdad de género. Igualdad para las mujeres = Prosperidad para todos", se afirma que el 90% de los países del mundo discrimina de alguna manera a las mujeres). 



Fotos SandraE Of course! tomada en El Progreso, con grupo de jóvenes Las Panchas, 2008.
Qué bueno sería que todas las mujeres, feministas o no del mundo, en este momento, desde donde quiera que se encuentren, estén dedicando parte de su tiempo a un proyecto que aporte a la educación de las niñas, de las mujeres jóvenes; algo así como estar pasando la antorcha de la claridad a otras. Y no con un curriculum cualquiera. La rEvolución dice por allí, será feminista, o no será. Yo ampliaría: La rEvolución será educativa y con un curriculum feminista o el ritmo de la evolución, seguirá dejando esta sensación que el futuro no llega.




[i] De acuerdo al The Global Gender Gap Report 2018 , del Foro Económico Mundial. ONU mujeres en https://news.un.org/es/story/2019/03/1452371