viernes, 24 de noviembre de 2017

No hubo tiempo para las "saudades"

Salir de un lugar en el que se ha sido feliz y dejar atrás a los amigos que te han abierto las puertas de su casa y han irradiado calor y luz a tu corazón, nunca es fàcil. El centro del pecho, se siente como con un "buraco" y la mezcla de emociones y sentimientos nos invaden. Sin duda, hay tristeza, alegría pero en especial, hay escasez de palabras para expresar lo que se siente. Habría que inventar otro nuevo diccionario o crear un alfabeto emocional distinto.
Estaba en esta búsqueda de palabras cuando me embarqué en la tercera etapa de mi viaje. Camino a Montevideo de nuevo, al Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en su versión 14, me perdí en la búsqueda y apenas toco tierra uruguaya, tomo un taxi, voy al hotel al encuentro de mis amigas y "socias" de aventura, me doy cuenta que estoy en otro estado de ánimo. Las "saudades" no alcanzaron a cristalizarse porque el nivel de expectativa del próximo encuentro, nos ahoga en un mar de palabras y en un hiperactivismo que sacamos a pasear entre la 18 de Julio y las ramblas conocidas,que hacen parte de las orillas de esta maravillosa ciudad, a la que debo confesar, empezaba a extrañar.
Cuando te encontras con otras amigas de otras trayectorias vitales como ha sido el feminismo, se empieza a fluír en tiempo reflexivo-entretenido. Tenía lugares que estaba reservando para el momento de verlas y entonces como sacando de un sombrero de maga, las propuestas, se las lanzo y ellas aceptan. Vamos a lugares emblemáticos donde nos sirven viandas, confites y cerveza que al son de la conversación se tornan en manjares exquisitios. El mercado de la abundancia, la cafetería Oro del Rhin y el paseo de la rambla, Mahatma Ghandi, son testigos y sellan nuestro estado pre-encuentro.
No tenemos una conversación única. Ni siquiera intercambiamos las expectativas que cada una tenemos del evento, nada más sabemos que la experiencia nos transformará.



Y cuando el día anhelado llega, en la fila de inscripciones nos reconocemos diversas pero no dispersas como lo que somos.
Empezamos a circular entre una multitud de corredores que tienen unos galpones gigantes porque el lugar, la Rural del Prado, es una instalación donde se hacen ferias, congresos de índole agrícola. La inauguración del EFLAC 14, acontece en uno de estos espacios que tiene en letras al mejor estilo Gaudí, la placa BOVINOS. Ya desde allí lo inusual no deja de ocurrir.
La encargada de darnos las palabras de bienvenida, nos saluda, bienvenidas "vacas bonitas"...risas. Con esto sé que va a ser distinto este evento. Y no solamente transformador sino revolucionario: vamos a desacralizar los espacios y a desmitificar, las vacas sagradas dentro del movimiento.
Quién quita que terminemos siendo unas hermosas, unas lindas rumiantes con un sólo estómago dividido en cuatro cavidades...o una hidra de quien sabe cuántas cabezas.
Veremos pues.




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