La estación duró más de lo esperado, menos de lo deseado. Decidí salir de Costa Rica el 20 de Marzo para facilitarme la vida. En este ingreso a este país, me dieron un permiso de 30 días. Así que qué mejor pretexto para visitar las amigas,las técnicas del programa que apoyé en el 2012 de la fundación Desafíos que ese?
Decidida con una maleta pequeña, mi morral y una cartera llena de papeles me subí al bus. Lista para cruzar frontera otra vez.
TransNica mi línea de transporte favorita se ha modernizado porque en la clase ejecutiva, ofrece opción vegetariana para el almuerzo. La pedí y completé con algo de fruta. En el trayecto de 8 horas que me separaba de Nicaragua, mi corazón se emocionaba. Lentamente a través de las ventanas podía ver el país reseco, azotado por un verano feroz y de inmediato, se presentaron los signos del regreso. Los afiches o carteles enormes en la carretera pregonando "Nicaragua socialista, cristiana y solidaria". El país de una revolución que ilusionó a colombianos, colombianas y toda suerte de extranjeros. El país entre tiempos: modernos y pretéritos. Se percibe en el aire, en la música que las emisoras transmiten de hace más de 20 años, en las pegantinas de los santos y vírgenes en el espejo del chofer.En las procesiones en la carretera que hace que el viaje sea más largo.
Yo entrando en este desierto, en este calor tan real que agobia, pienso en que quiero sencillamente pasar los días contando los minutos sin afán y así me resulta. Mi bien querida Nicaragua, mi pequeño íntimo oasis, el rinconcito de mi aislamiento voluntario, me prodiga motivos para caminar buscando el atardecer esquivo, recorrer sus calles y avenidas, donde se ha instalado la navidad eterna (todas las avenidas principales tienen luces que permanecen prendidas todo el año sin razón precisa). Y con la navidad eterna, se ha venido también a instalar un toque o pincelada de desencanto.
Lo nuevo lo encuentro en el paseo o boulevard con vista al lago en la capital. Un parque/puerto dedicado a Salvador Allende, en el que los colores fuertes, alegres, priman.
Lo que sigue definitivamente allí, son las personas que me hicieron sentir tan feliz y agradecida con la vida. Mis amigas Antonia y Margarita. Las técnicas Aleyda y Xiomara. Dos jóvenes prometedoras que después de quedar sin trabajo se han dedicado a continuar tejiendo la filigrana nutritiva de la vida desde la agricultura y la maternidad, respectivamente.
Con ellas me reuno y siento que siguen estando allí, son las mismas. Seres, personas íntegras que le hacen creer a uno en la humanidad. Le apuntalan a una de nuevo la esperanza en un mejor futuro. Jóvenes que al reencuentro, me recuerdan una parte de mi vida que sigue viva y con ganas de seguir creciendo.
Nicaragua, mi querida Nicaragua, te sigo teniendo atravesada en el cuerpo, como diría Gioconda Belli en su poema "Metamorfosis" (extracto del poema en el libro Mi íntima multitud).
" Tengo la patria atravesada en el cuerpo
creciendo sus cordilleras en mis pulmones
extendiendo sus valles en mi vientre,
sus grande ríos anegando mis piernas."
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