En medio de una emoción arrolladora este 8M soñé en un evento y en mi participación en él. Una sencilla charla sobre los poderes invisibles de la mujer, tomó forma en mi cabeza y después de 9 versiones, salió una presentación final que esperaba poder compartir en un ambiente rural, en la zona cafetera de nuestra geografía. Era una charla de 30 minutos aproximadamente.
Somos cafeteros y cafeteras. Somos montañas con el verde resplandeciente de montones de arbustos de café, que se transforman no por arte de magia sino por un proceso con sus bemoles en aromáticas tazas que degustamos en nuestros cafés favoritos. La zona o eje cafetero, se ha convertido en una región de turismo creciente en nuestro país, una parada obligada entre los visitantes nacionales y extranjeros. Un "must see" como diría el sitio web tripadvisor o el lonelyplanet, ya que existen atracciones como parques temáticos y pueblos enteros dedicados a rendir un homenaje al paisaje cultural cafetero.
Foto tomada por Sandra Erika Gómez O. |
Foto tomada por Sandra E. Gómez O. |
Foto tomada por Sandra E. Gómez O. |
La joya emblemática en la ruta es el parque Nacional del Café que ofrece ensoñadoras imágenes y multitudinarias actividades para sentirse parte de una tradición que atraviesa municipios que son parte de departamentos como Quindío, Risaralda, la región norte del Valle del Cauca etc.
Foto tomada por Sandra E. Gómez O. |
Uno de estos municipios, fue el escenario que se dispuso a recibirme el pasado 8M en el día internacional de la mujer. Fuí invitada por un consejo de mujeres y como persona, profesional, juiciosa y aplicada, me "armé" de palabras y figuras del lenguaje para llevar un mensaje que pudiera ser como una semilla para iluminar y florecer la conciencia de las mujeres. Lo que sucedió en el momento de realizar este soñado compartir, fue un poco extraño. Algo caótico y bizarro. Sin embargo, nada que no pueda ser recordado como una buena lección de vida.
Como muchas de las celebraciones que se tienen en esta fecha en la que tratamos de honrar la memoria de tantas mujeres que nos han antecedido con esta lucha y revolución de 3 siglos ya.
Entonces empiezo por reconocer que en mí hay una inmensa gratitud por la experiencia a las organizadoras y a mis amigas queridas, quienes me invitaron. Todas las que hicieron posible que pudiera realizar este viaje y desplazamiento para entender las líneas que siguen, serán siempre mantenidas en mi corazón.
- En general, el enfoque de estas celebraciones/conmemoraciones promocionados desde las entidades territoriales como las alcaldías de los municipios, es cultural y artístico. Es una oportunidad para alegrar las vidas y los días de muchas mujeres que de lo contrario, pasarían quizás, en sus casas, viendo las pantallas de televisión o escuchando la radio. Dentro de este enfoque, se trata de entretener, divertir y ofrecer esparcimiento.
- Cuando se tiene una ambición tan grande en el programa de un evento, siempre queda la pregunta: cómo hacer para estirar o expandir el tiempo y que todo, todo, como la peluquería gratuita, las canciones, los premios, los rituales de la ternura y las charlas educativas quepan, sin reventar los minutos que conforman una hora?
- La experiencia entonces enseña que: a) Ante contenidos nuevos, las mujeres, aspiran y quieren cosas como canciones y quizás, más canciones; b) De allí se deduce, que los espacios propicios para generar ideas que pongan a reflexionar sobre las propias vidas, no pueden ser este tipo de eventos artísticos y culturales.
En mi quedan las lecciones aprendidas y la sensación de pérdida de una oportunidad de inspirar y sembrar, un mensaje y conciencia distinta, entre mujeres, que podrían necesitarlo. Y claro, el sabor amargo de un buen café. Gracias vida!
Foto tomada por Sandra E. Gómez O. |
Foto tomada por Sandra E. Gómez O. |
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