"Vale, necesitamos mantener una distancia física, pero solo superaremos la crisis si logramos un acercamiento social y un fortalecimiento de nuestras redes comunitarias a nivel planetario". Mónica Roa, activista internacional de los derechos de las mujeres
"Necesitamos una nueva visión, una visión distinta del futuro, y los líderes en los principales países no tienen esa visión. Son las nuevas generaciones las que pueden realmente actuar". Jeremy Rifkin, Sociólogo y activista
Usualmente este primero de mayo estaría analizando cómo sumar a una actividad, una marcha o un concierto en el que se exaltara el espíritu de la celebración del día del trabajo. Este año no podré hacerlo porque estamos en tiempo de pandemia; por lo tanto, en cuarentena.
¿Nos ha obligado este tiempo a reinventarnos como personas? Decido hacer dos cosas. Poner los jugos creativos en acción para garabatear algunas ideas, y lo segundo, entrar en contacto con algunas personas amigas para preguntarles. ¿Cómo
ha sido la reinvención de nuestra vida tanto en lo personal como en lo laboral,
al enfrentar una medida restrictiva que nos lleva a evitar a toda costa la
socialización, el hacer parte de lo público, para mantener la salud y la vida?
Algunas reaccionaron de manera rápida para
exponerme que su reinvención ha hecho que se hayan regalado tiempo para
hacer cosas que querían hacer como "meditar todos los días,
hacer ejercicio físico al menos 5 veces a la semana, estudiar un idioma nuevo,
en otras palabras, (...) he adquirido más disciplina” (1). Otra dice que sigue en el plan "dejándome ir sin apuros, muy
conectada con la tierra y muy atenta con el aquí y el ahora" (2). E incluso, una persona, escribió: "No he logrado
reinventarme...enredado con mucho teletrabajo, sin lograr equilibrar el
placer con el deber. Me han salvado...mis fugas cotidianas en la
bicicleta" (3). Las otras personas no reaccionaron.
En este tiempo raro, como he decidido
denominarlo, seguimos intentando vivir lo mejor que podemos, adaptándonos a las circunstancias. Para algunas
personas significará la vida en clave de abundancia, de tiempo para hacer lo que
no han podido y ganar disciplina; para otras, vivir en la cadencia que la
vida misma les ha impuesto. Si ésta se ralentiza y ya están agenciando una
forma de vivir sin prisa, significa seguir el ritmo, sin acelerar.
La persona para quien la vida es la búsqueda de un equilibrio, su meta seguirá
siendo encontrar balance, con o sin cuarentena.
En fin, mi apreciación es que así como he manifestado no creer en
teorías de conspiración detrás de esta pandemia (ver sandraoye.blogspot.com/2020/04/la-medicina-de-la-ciudad.html/), no creo que cuarenta
días de encierro, nos cambien. La idea de la reinvención del ser, mientras
salimos de nuevo a la calle, suena fenomenal por youtube como un tema de autoayuda. Sin
embargo, en un contexto práctico, tiendo a alinearme más con el hecho que seguimos como
seres humanos en la inercia general que traíamos, experimentando nuevas rutinas.
Una amiga, maestra presencial, me compartía que está ahora abocada a ser maestra
virtual, con retos y desafíos más grandes que antes y con mayor sensación de esfuerzo (4).
Foto: SandraE Of course! Chicago, 2011 |
Quizás lo que quede después de la cuarentena, sea un momento de revelación interior para una que otra persona, al experimentar que no puede seguir viviendo la vida que tenía. Sería
todo un logro que para un “nosotros” como colectividad de seres humanos, implicara un ¡eureka!
(en griego εὕρηκα héurēka, "¡Lo he descubierto!"; perfecto indicativo de εὑρίσκω, ‘descubrir’)(5)
y a partir de allí decidiéramos empezar a construir un futuro con conciencia interior y exterior, con nuevos ejes y estándares, donde prevaleciera el respeto por la naturaleza y la vida con dignidad para todas y todos. Parece que ya hay partes en que está ocurriendo. Desafortunadamente no creo sea el caso de Colombia.
Sin bicicleta no hay punto de fuga.
y a partir de allí decidiéramos empezar a construir un futuro con conciencia interior y exterior, con nuevos ejes y estándares, donde prevaleciera el respeto por la naturaleza y la vida con dignidad para todas y todos. Parece que ya hay partes en que está ocurriendo. Desafortunadamente no creo sea el caso de Colombia.
Sin bicicleta no hay punto de fuga.
(1) M. Zuñiga.
(2) M. A. Gómez.
(3) H. L. Angel.
3 comentarios:
Rescato la frase: "no creo que cuarenta días de encierro nos cambien", de ahí....no creo que el ser humano cambie si sigue pensando en dios
Sandra me gusto tu blog. Ojalá las revoluciones moleculares gesten un nosotros potente,plural y consciente en nuestro país! No te creas Sandra, a veces este país nos da sorpresas ! Besos 😘
Hola Anonomo,soy yo Maria Helena Isaza Santa
Publicar un comentario