domingo, 9 de abril de 2017

Un paseo por la Plaza de la Constitución

Abril 7, 2017. El fiasco fue enorme. Quería asistir a una actividad prometedora que aparecía en el sitioweb de Palacio de Bellas Artes y que captó mi atención desde su título:" Las mujeres y el muralismo". Llegué antes de la hora programada, porque era entrada libre y siempre se emiten unos pases de cortesía para el acceso, o eso creo, pero bueno, el desarrollo de la intención, no tuvo ni rumbo, ni fin. No pude.
Qué me quedaba? Explorar los alrededores  del palacio a sabiendas que por allí, en las cuadras aledañas al Centro Histórico habían unos tacos de canasta famosos, y una exposición de una fotógrafa mexicana de apellido Garduño, " La construcción del instante", para rescatarme ... A mí me tocaba reconstruír mi mañana, plena de instantes. 
En un  caminar cadencioso me dispuse a descubrir la esencia de la Plaza de la Constitución, todo a una cuadra del Zócalo. Y qué encontré? En viernes, ella es, protesta y estirilización. Protestan los jóvenes por no sé exactamente qué, y protestan los adultos y adultas mayores por los altos impuestos sobre sus predios. Este último grupo me pareció más beligerante que el de los jóvenes, porque ante la llegada de un par de personajes que parecían del gobierno, se dedicaron a cantar: " Esos son, esos son, los que se chingan la nación". 


En cuanto a la esterilización, hay en plena plaza una campaña con el propósito de atender mascotas para que no se reproduzcan y está totalmente llena de puntos móviles de atención y puestos de cuidado para atender a los canes y gatos que el público traiga...y yo me pregunto, estaré asistiendo a algo desproporcionado y discordante de alguna manera, con el sentido de la protesta social? Por qué parece más organizado el cubículo en el que se esteriliza a una mascota que el grupo de adultos mayores que grita que es injusta la manera en que se cobran sus impuestos?

En fin, preguntas, siempre preguntas. Me desvío al lugar donde me siento rescatada: el arte. Una exposición de Flor Garduño, en el Palacio de Iturbide me ayuda a reconciliarme con la luz y el poder evocador de lo que parece efímero pero siempre perdura en el inconciente colectivo. La fotografía, mi amiga.
Regresando a casa en el metro, pienso: " un mal día, siempre se vuelve otra cosa". Mientras tanto observo a mi vecina de asiento, una mujer joven, con una cuchara encrespando sus pestañas, y otra, dos puestos adelante, con las pestañas ya crespas, exagerándolas con un toque de pestañina...micromundos encontrándose en la ruta 3 del metro de Ciudad de México.

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