jueves, 5 de abril de 2018

La gurú en mí

Recientemente en medio de tantas cosas que circulan en las redes sociales, encontré una inspiración. Un motivo para tomar impulso y escribir de nuevo porque últimamente la vida, cuesta arriba. Y no estoy lamentándome porque al final, en un análisis costo-beneficio, el recaudo vital, sigue dando en positivo.
Hay días  de lluvia torrencial y las consultas y esperas en salas ascépticas de una o dos clínicas, van en un ritmo procesión de Semana Santa, y los deseos de viaje, no logran concretarse. En un estado así, nos queda, la imaginación, la lectura y, por ende, los encuentros con escritos de jóvenes que te dan el empujón para caminar la palabra de nuevo.

Estuve pensando en lo que Jeff Foster plantea en un texto, algo así como su manifiesto. Allí fungiendo de profeta, anuncia el fin de la era de los gurús externos. Y de manera muy genuina plantea: el gurú? El gurú eres tú. Sip. Sin más. Punto. Caminaba ayer un trayecto en medio de una montaña, y pensaba, para qué Camino de Santiago de Compostela, si esta caminata, equivale a eso. Para qué visitar un ashram en la India, si en cada clase de yoga que hagas en un salón amplio puedes imaginarte allí y conectar con todas las clases de yoga, transcurriendo en el mundo. Para qué líderes espirituales y maestrías psicoespirituales , si la vida es la maestra, el terreno de las relaciones personales tu ocasión para practicar y tu mundo interno, el infinito espacio donde tu gurú, habla.
Entonces recordé una conversación de hace  años como el sonido de mar en una caracola gigante. El personaje: el maestro André Lemort. El sitio: La tierra, un proyecto de la comunidad budista Zen, tradición Soto, en Cachipay, Cundinamarca. La ocasión: un retiro personal de tres días, antes de un viaje como consultora internacional a un país africano. Allí, el regente, me informa que el maestro Lemort, me viene a saludar y que tengo, posibilidad de tener una breve entrevista con él. En medio de mi asombro, me pregunto, " y de qué voy a hablarle?" . Transcurrido el tiempo, el maestro aparece y yo todavía, con las ideas "estrábicas ". Le digo: " Maestro, estoy con ganas de ir a un retiro en la India, quiero paz". El me pregunta: " Y para ti que es paz?". Yo respondo: " Para mí es silencio". De repente, fuera de script, el maestro me dice: " Para eso te quedas aquí entonces, y, aquí no necesitas visa". Yo no pude evitar, soltar una carcajada, como perfecto "quiebra hielo" para continuar en una conversación cálida, sobre cómo en la India, había una tendencia al consumismo espiritual exagerado que estaba confundiendo a muchas personas. " Allí en ese lugar (pensando en la India como país) te pierdes si no sabes a qué vas". El borrón del recuerdo en la memoria, no me lleva a poder describir como terminó la conversación.
Ahora con las palabras e invitación de Jeff Foster (quién quizás a su vez se inspiraría en J. Krishnamurti), de invertir la mirada sobre un gurú afuera y encontrar el gurú dentro de nosotras, sin intermediación, llego a la conclusión que cualquier oportunidad es única. Perfecta ocasión, como él mismo dice, para dejar que la vida sea la gurú mayor.

"He decidido no tener maestros. No buscarlos más.
la vida misma será mi mayor gurú:
el dolor será mi gurú, la alegría será mi gurú, 
el más profundo desamor será mi gurú. 
Cada relación será mi gurú, 
Cada muerte abrirá aún más mi corazón.
Cada momento me trasmitirá la enseñanza. 
Cada decepción me pondrá más cerca de la paz." 

 (fragmento) Jeff Foster

Paz, silencio para escuchar la voz de la gurú que hay en tí.

Nota: Aquí el manifiesto Fosteriano completo: https://www.facebook.com/sandra.e.osorio.7?hc_ref=ARRXyrozvV4yDTkN-5aRvVxWg3NJAH-0_CXwJ-5plumr47RPYaK1PX4WFLOvJVizcQI&fref=nf


No hay comentarios: