Y sí, me decidí por un viaje de 20 horas entre trayectos y paradas para el encuentro, la reunión, la risa, la palabra renovada, la amistad de siempre: estoy en Brasil. Llegué a Florianópolis, sitio de residencia de Luciana y Edir, una pareja entrañable y muy cercana a mi corazón viajero.
Ellos no podían creer mi resistencia cuando me vieron llegar de un recorrido de 20 horas bordeando el sur. Es un viaje que a otra persona cualquiera, desanimaría. No a mi.
Salí en la noche de Montevideo en un bus con sillas cómodas (semi-cama) de la empresa ttl y llegué a las casi 6 de la tarde hora de aquí, donde espero sencillamente acompañar las rutinas y disfrutar del tiempo de la mejor manera: compartiendo.
Es emocionante pensar que en menos de 10 días ya he estado en tres países y he tenido que reajustar mi reloj a los tres husos horarios en los que me he movido: de Colombia a Uruguay y de Uruguay aquí. Hay una sensación de expansión y de misterio en esto. Soy más joven o más vieja en el intento? ...qué más da! No me importa.
Sólo me trama el adelante. Las sorpresas no podían ser mejores: un concierto, conocer al grupo de amigas de Luciana o a esa red de afectos que tejemos las mujeres para darnos alegría hasta en las horas más marchitas, hacer caminatas de 8 kms, lavar mi ropa, risas... no puedo esperar...
Hoy lunes 13 de noviembre, inicio de semana, me doy unas palmaditas a mi misma al salir de la cama y me digo: "valieron las horas de bus que igual, son nada, cuando son el preámbulo de la estación amistad que es el alimento sagrado de la vida!"
Salí en la noche de Montevideo en un bus con sillas cómodas (semi-cama) de la empresa ttl y llegué a las casi 6 de la tarde hora de aquí, donde espero sencillamente acompañar las rutinas y disfrutar del tiempo de la mejor manera: compartiendo.
Es emocionante pensar que en menos de 10 días ya he estado en tres países y he tenido que reajustar mi reloj a los tres husos horarios en los que me he movido: de Colombia a Uruguay y de Uruguay aquí. Hay una sensación de expansión y de misterio en esto. Soy más joven o más vieja en el intento? ...qué más da! No me importa.
Sólo me trama el adelante. Las sorpresas no podían ser mejores: un concierto, conocer al grupo de amigas de Luciana o a esa red de afectos que tejemos las mujeres para darnos alegría hasta en las horas más marchitas, hacer caminatas de 8 kms, lavar mi ropa, risas... no puedo esperar...
Hoy lunes 13 de noviembre, inicio de semana, me doy unas palmaditas a mi misma al salir de la cama y me digo: "valieron las horas de bus que igual, son nada, cuando son el preámbulo de la estación amistad que es el alimento sagrado de la vida!"
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